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Las avispas, abejas, mosquitos, pulgas y chinches conforman el conjunto de insectos que al nombrarlos generan una fuerte aversión y miedo en las personas. La picadura de cada uno tiene distintos efectos, siendo las de mayor riesgo las causadas por abejas y avispas al poder provocar reacciones alérgicas anafilácticas.

Los síntomas tras la picadura son muy diversos, en función del insecto agresor, yendo desde un sarpullido, picor o hinchazón (particularmente en el área de la picadura), hasta jadeos, falta de aliento, bajadas de presión sanguínea y mareos en el caso de personas alérgicas a las avispas.

En el caso de estas últimas, no es raro escuchar a través de los medios de comunicación el fallecimiento de una persona alérgica al haber sido picada. Estos sucesos alarman al público, generando un mayor pánico y temor hacía ellas.

Señalar que se estima que el porcentaje de individuos alérgicos es de tan sólo un 3% de la población, y sobre todo lo más importante: “la alergia no se hereda, por tanto, si nunca os ha picado una abeja o avispa no podéis ser alérgicos, es necesario haber sido picado con anterioridad y que el hecho se vuelva a repetir”.

El miedo psicológico que producen los insectos picadores, presenta a menudo un reto para las empresas de control de plagas. El control requiere de un buen diagnóstico inicial a la hora de identificar si la sintomatología que presenta la persona afectada ha sido provocada por un insecto, y de ser así, debe implementarse un control integral (tomando medidas sobre las condiciones higiénicas, estructurales y hábitos del personal presente en el área afectada).

Si nos centramos en las avispas, podemos tomar una serie de medidas preventivas como prestar atención cuando realicemos trabajos al aire libre o caminar por el campo (en estos casos es fundamental evitar ir descalzo), no usar productos cosméticos perfumados al actuar como atrayentes y sobretodo evitar las situaciones en las que las avispas se encuentren presentes en gran número (avisperos situados en anexos a ventanas, puertas y zonas de paso).

En aquellos casos en los que su presencia deba ser erradicad, para eliminar y matar a las avispas debemos seleccionar la formulación insecticida más adecuada y el momento de menor actividad del avispero. Una empresa profesional realizará un control integral y tomará las adecuadas precauciones para eliminar cualquier riesgo al técnico y a las personas/mascotas presentes.